Microsoft hace eco de buenas voces con su flamante sistema operativo móvil: Windows Phone 7. Pero no todo lo que brilla es oro dice el dicho. Distintos usuarios agrupados presentaron una demanda ante el gigante informático por guardar y compartir la geo-ubicación de los móviles.
Esto quiere decir que al usar ciertos equipos con WP7, una aplicación rastreaba cada coordenada y era enviada la posición a Microsoft sin que el consumidor haya dado consentimiento alguno. La acusación ha sido presentada ante el tribunal Federal de Seattle y atribuyen que la aplicación fue diseñada intencionalmente.
Por supuesto que la presentación propone la eliminación o corrección de la herramienta y por una indemnización económica a los perjudicados, ya que se trata de una violación a la privacidad. El caso se presenta meses después que Apple sufriera un litigio por recopilar los puntos de conexión con su iPhone.